REFLEXIONES

REFLEXIONES

        La labor docente para cualquier otra persona que no la ejerce, puede parecerle la más fácil de todas las profesiones, pues se limitan simple y sencillamente a creer que el maestro se para frente al pizarrón, dicta y el alumno copia o repite lo que el maestro le enseña.

         La realidad no es así, nuestra labor va mucho más allá del mero proceso de enseñanza - aprendizaje. Inicia desde antes de entrar a nuestras aulas, al momento de planear nuestra clase, buscar materiales y actividades creativas y lúdicas, actualizarnos, tomar cursos, entre otras. Por otro lado, ¿qué maestro se ha quedado con las manos cruzadas cuando los niños no llevan desayuno?, ¿con los alumnos que sufren de cualquier tipo de violencia en su casa?, con aquellos niños que necesitan de un abrazo?. La respuesta es ninguno,  Entonces un maestro no se limita a la mera formación académica, sino también facilita la formación afectiva, psicológica y social. Es sin duda, la profesión con más valor social, pues en ninguna otra se beneficia tanto a otro ser humano como LA DOCENCIA.

          En lo particular, puedo decir que tengo en mi memoria muchísimo momentos gratos, logros académicos, propósitos cumplidos, en lo que a  la práctica docente se refiere. Pero lo que sin duda hace la diferencia, es el reconocimiento afectivo y profesional que cada alumno y cada padre de familia externan hacia mi trabajo docente.  Me quedo con todas esas muestras de cariño que en su momento me demuestran no solo los de mi grupo sino niños y papis de otros grupos. Y aunque no niego que he tenido una que otra diferencia con algún padre de familia, por exigir o hacerles ver que los niños necesitan de su apoyo, son más los comentarios positivos que me obligan a seguir dando lo mejor de mi.
         Solicité a una alumnita para que me envíe por whatsapp una nota de voz sobre su impresión acerca del trabajo realizado durante todo el ciclo escolar. GRACIAS POR TU APOYO KENIA.